De esta forma y retomando el tema que nos ocupa, veremos la migración desde el punto de vista del lugar de acogida, la inmigración, que en los últimos tiempos se ha convertido en uno de los temas centrales de las agenda política en el nuevo siglo. Evidentemente afecta a los países receptores, que por ende son más ricos que los países desde donde emigran. He de decir, antes de continuar, que tratare el tema desde el punto de vista económico, pues existe un tipo de migración que podemos encuadrar dentro de los “daños colaterales” que provocan las guerras, movimientos masivos y descontrolados de gentes que por esta causa se ven avocados a abandonar sus lugares de origen de una forma forzada, huyendo del conflicto, o bien por motivos políticos, étnicos o religiosos.
La migración es una pauta inherente a la condición humana y a otras especies, que existe desde el principio de los tiempos y si no, que se lo pregunten a Adán y Eva obligados a abandonar el paraíso, no por motivos religiosos sino, desde mi punto de vista éticos por infringir una norma de conducta que es la de no comer del árbol prohibido. Y así podríamos enumerar la hégira en el mundo musulmán o el éxodo en el judío, …….., y así hasta nuestros días. Hoy, las migraciones se producen por dos cuestiones a mi juicio: Las guerras y los problemas políticos que ello conlleva y el económico.
España tradicionalmente ha sido un país emigrante hacia América del sur y principalmente a países europeos, sobre todo después de la guerra civil por motivos políticos, y en mayor medida a partir de los años 60 del pasado siglo por motivos económicos. Se calcula que mas de 2.000.000 de españoles emigraron hacía países europeos como Francia, Alemania Federal y Suiza, principalmente. Y es a partir de los años 80 cuando este proceso se invierte, convirtiéndose España en el país de acogida de emigrantes principalmente del África subsahariana. En la actualidad la inmigración procede también de Latinoamérica y países africanos.
Llegados a este punto y volviendo a la pregunta inicial, ¿Por qué tenemos miedo a los inmigrantes?, principalmente porque la migración no se produce de forma controlada, que seria lo ideal, pero tampoco cuando España exportaba mano de obra a otros países, todos eran legales, eso si los países de acogida los hacían legales al contratarlos para desempeñar cualquier trabajo, cosa que aquí y ahora se obvia en la mayoría de los casos con el consiguiente aprovechamiento del patrono. Ciertamente que la inmensa mayoría salía de España con sus papeles en regla, pero no todos. También tenemos miedo de que nos roben el trabajo, si, ese trabajo que los españoles no queremos hacer y que en muchas ocasiones los patronos se ven obligados “a contratar” inmigrantes, ilegales o legales, para realizarlos ya que no hay una demanda domestica para desempeñarlos. También tenemos miedo porque allá donde van se pueden producir delitos cometidos por estos inmigrantes en su mayoría ilegales que tienen que subsistir de alguna manera, y no es que justifique estos actos ni mucho menos, al que delinque a la cárcel. Nos sentimos amenazados porque pensamos que perderemos nuestra identidad cultural, y yo me pregunto, si durante siglos en España convivieron tres culturas diferentes, la cristiana, judía y musulmana, con toda la riqueza cultural que nos aporto, ¿por qué ahora no somos capaces de aceptarlos? Siendo como es una forma de enriquecimiento tanto a nivel personal como a nivel estatal, pues a su favor hemos de decir que cubren los sistemas de protección social, que de otra forma el estado no seria capaz de soportarlo, siempre que sean legales. Y es cierto, para soportar nuestro sistema de pensiones, nuestra seguridad social, y otras muchas prestaciones sociales que tenemos en nuestro país, si España tiene una pirámide de población cada vez mas vieja, alguien tendrá que sustentan este sistema, que nos viene como consecuencia del Estado del Bienestar que todos queremos mantener.
El problema de la inmigración es como controlarla. Los inmigrantes que se juegan la vida para conseguir una vida mas digna de la que tienen en su país de origen, ven a los países occidentales como una opulenta panacea, porque es lo que nosotros mostramos a sus ojos. Arriesgan sus vidas por conseguir salvar algo de su dignidad humana.
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